¿Qué es la disociación psicológica?

Cuando acudimos a la Asociación Americana de la Psicología, encontramos que esta define la disociación psicológica como un mecanismo de defensa en el que los impulsos conflictivos se mantienen apartados, o en el que las ideas y los sentimientos amenazantes se separan del resto de la “psique”.

En la actualidad, el manual diagnóstico (DSM-5) implementado por esta misma asociación habla de una serie de Trastornos disociativos (o de disociación psicológica) que pueden aparecer en las personas, así como síntomas disociativos aislados que pueden darse en otros tipos de trastornos.

                Dentro de los trastornos de disociación psicológica, encontramos tres principales:

  1. Trastorno de identidad disociativo: este incluye como síntomas de disociación la perturbación de la identidad, lapsos en memoria de acontecimientos cotidianos y malestar clínicamente significativo debido a estas características. Además, es importante que se tenga en cuenta que lo anterior no se debe a prácticas culturales o religiosas aceptadas, ni a efectos fisiológicos de sustancias o afecciones médicas.
  2. Amnesia disociativa: existe incapacidad para recordar información autobiográfica importante (generalmente traumática), esto causa un malestar clínicamente significativo y, como en el caso anterior no puede deberse a sustancias o afecciones, ni tampoco a otro trastorno. Además, en este caso también se habla de un especificador que puede aparecer en algunos casos, que sería la fuga disociativa, en la que se deambula con un propósito y que se asocia a la amnesia de la identidad o autobiográfica.
  3. Trastorno de despersonalización /desrealización: en el que hay presencia de experiencias persistentes o recurrentes de despersonalización, desrealización o ambas (se encuentran explicadas más adelante) y durante estas experiencias, las pruebas de realidad se mantienen intactas. Además, como en el resto de los trastornos, hay malestar significativo y no puede deberse a efectos de sustancias, afecciones médicas u otros trastornos.

En el caso de los síntomas de disociación que se pueden especificar en otros trastornos no disociativos encontramos aspectos que tienen que ver con los trastornos mencionados anteriormente, y que a modo de resumen son:

  • Despersonalización, es un síntoma de disociación en el que existe un sentimiento de desapego, como si la persona fura un observador externo del propio proceso mental o corporal.
  • Desrealización, que es un síntoma de disociación en el que la persona tiene una experiencia de irrealidad del entorno, como si fuese “irreal” o un “sueño”.

No se descarta la existencia de alguno de los criterios mencionados anteriormente en alguna persona que no presente algún “trastorno”, pero como en post anteriores, seguimos recalcando la importancia de asistir al Psicólogo ante cualquier sospecha o problema que se nos presente y con el que no podamos lidiar.

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