Psicología del deporte online y sus beneficios

¿Para qué realizar psicología del deporte online?

La psicología del deporte online tiene muchos beneficios. Las «ciber-terapias», son intervenciones de ayuda psicológica sustentadas en internet y en las nuevas tecnologías, se están transformando en un complemento y alternativa a la atención tradicional, comenzando a demostrar su eficacia cada vez más en el mundo de la psicología.

A continuación te resumimos las virtudes que tiene realizar una terapia de psicología del deporte online.

Disponibilidad

Con la modalidad online podrás tener sesiones con cualquier psicólogo en cualquier parte del mundo. Podrás elegir el psicólogo que más se adapte a tus necesidades y, sin la necesidad de desplazarte, podrás comenzar la asistencia sin ningún tipo de limitación geográfica.

Comodidad

Una de las grandes ventajas que tiene esta modalidad es su comodidad. Podrás realizar las sesiones desde casa, desde el trabajo o en cualquier lugar en el que te encuentres. Podrás realizarlas en una mesa, en el sillón, en la cama, etc. Muy útil también para deportistas que acaban de sufrir una lesión.

Horario flexible

Otro de los grandes beneficios de la psicología del deporte online es que permite ajustar las sesiones a tu horario cotidiano. Esto ayudará al terapeuta a ajustar los horarios de consulta según tu trabajo, horarios, entrenamientos, etc.

Menor coste

Ya que no existen costes por desplazamiento o de gestión de consultoría o despacho, la psicología online reduce costos tanto al usuario como al terapeuta. De esta manera, resulta más económica que las sesiones tradicionales.

Anonimato e intimidad

Sobre todo con deportistas profesionales, nuestra experiencia es que gracias a la psicología online se adquiere mayor intimidad y anonimato ya que no hay la necesidad de acudir de manera presencial a un centro.

Además de esta información, está demostrado científicamente que las sesiones online tienen la misma validez y eficacia que cualquier otro tipo de terapia realizada de manera presencial (Soto-Pérez y Cols., 2010).

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