¿Necesitamos ir a Terapia de Pareja?

Por Alejandro Hernández González (psicólogo en prácticas ULL)

¿Cómo saber si tengo que ir a terapia de pareja?

Una de las corrientes de la psicología es aquella que se especifica en las parejas, entendiendo como terapia de pareja aquella centrada en resolver conflictos surgidos en una relación amorosa. Probablemente, una de las preguntas que puede surgir es ¿Cómo sé si tengo que ir a terapia de pareja, o por el contrario se trata de una discusión o conflicto propio del día a día?

En el día a día de la pareja surgen muchos problemas a raíz de factores que influyen como; las inseguridades, horarios, hijos/as que perturban la relación de pareja, problemas individuales que se llevan a la convivencia, etc. Sin embargo, vamos a tener que prestar especial atención a un aspecto central en el día a día, la comunicación. La mayoría de las personas coinciden en que la comunicación es lo más importante en una relación, y numerosos análisis de las principales problemáticas que refieren los usuarios en terapia de pareja lo demuestran. (Costa y Serrat, 1982; Cordova y Jacobson; 1993; Bradbury y Karney, 1993; Cáceres, 1996; Lawrence, Eldridge and Chistensen, 1998; Halford, 1998; Christensen, 1999; Finchman y Beach, 1999a; Christensen y Heavey, 1999)

 

Importancia de la comunicación en terapia de pareja

La comunicación es un elemento que en la pareja debe ser bidireccional, entonces, ¿cómo saber si tengo que ir a terapia de pareja por problemas de comunicación? Pues de la misma manera que sabemos que el resto de problemas psicológicos son dignos de ser tratados en terapia, si interfieren de manera notable en algún ámbito de nuestra vida. Sin embargo, al tratarse de una relación en la que, al menos, hay dos personas implicadas surge una dificultad si el problema no es observado por todos los miembros de la pareja por igual. Es por esta propia definición de relación de pareja que es importante darnos cuenta si nuestro malestar se debe a problemas asociados a la relación con mi pareja o no, en caso afirmativo el primer paso que puedes hacer es comentarlo con esa persona, hablarlo e intentar llegar a una propuesta de solución de los problemas que observas, si al hacer esto, no funciona, proponer una primera cita con un terapeuta es el siguiente paso que deben seguir.

A raíz de esta propuesta, pueden suceder dos cosas, la primera es que la respuesta de la otra persona sea afirmativa y comiencen un camino en la intervención destinada a la mejora de la vida en pareja con la ayuda de un psicólogo/a. Por otro lado, puede ocurrir que la otra persona no considere que exista tal problema, o bien que no quiera acudir a terapia, en ese caso, la mejor decisión que puedes tomar es igualmente acudir a terapia de manera personal y analizar junto con un profesional de qué manera mejorar tu estado sin la colaboración directa de tu pareja en las sesiones. 

Otros motivos por los que se puede ir a terapia de pareja son los problemas a la hora de resolver conflictos, relaciones extramatrimoniales y pérdida de confianza en la otra persona, problemas de índole sexual que afectan en la relación. Para todo este tipo de problemáticas un profesional de la psicología puede servir de ayuda y poner un nuevo punto de vista externo e imparcial que aporte soluciones a los conflictos de pareja.

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