Las adicciones, un partido que ganar

 

Las adicciones, un partido que ganar

 

Son muchos los deportistas a lo largo de la historia que han utilizado el deporte para salir de las adicciones y para rehabilitarse de ellas.

También hay otros que han arruinado su carrera deportiva a consecuencias de estas, personas que tenían un futuro profesional por delante y miles de oportunidades, un ejemplo cercano y bastante conocido es Pedro García Aguado, que tuvo que dejar su carrera como jugador de Waterpolo por una grave adicción y ahora ayuda a otros a salir de ellas.

 

¿Puede el deporte prevenir las adicciones?

 

El deporte es un mal amigo de el consumo de sustancias, no te lo permite, es un chivato, te vigila y “te la juega”. Si practicas deporte con periodicidad

sabrás que necesitas que tu cuerpo y tu mente estén funcionando a un mismo

nivel y de manera óptima.

 

El deporte te da una rutina y unos hábitos que poco a poco son incompatibles con las adicciones. La actividad física está considerada uno de los vehículos para la práctica de valores, entre ellos se encuentra la prevención de adicciones.

 

Actualmente la juventud es uno de los sectores de la sociedad más vulnerables a caer en el alcoholismo y consumo de sustancias y se empieza a trabajar a través de actividades de su interés para prevenir este tipo de conductas.

Se les muestra la vida sana como una opción positiva y saludable, a través de diversos talleres y charlas. La intención de estos es fomentar la práctica deportiva y exhibir sus beneficios tanto físicos como psicológicos, beneficios que también se aplicarían en la vida extradeportiva.

 

¿Qué valores del deporte ayudan a prevenir adicciones?

 

 

La motivación es un factor importante, ya que la motivación es el motor que impulsa la vida y los actos que cambian los días, las semanas y los años.

Un/a joven motivado está dispuesto/a a cambiar un mal hábito, puede impulsarse para conseguir cambiar algo negativo que le está retrasando día tras día como persona.

 

La autoestima, esto aumenta el deseo de superación, cuanto más trabajemos la autoestima con los/as jóvenes más probabilidades de que tengan herramientas para elegir de los estímulos que se le presentan los más recomendables y positivos para su vida diaria y sobre todo para practicar el deporte de una manera sana.

Estas herramientas que se obtienen predicen de manera eficaz un desempeño personal frente a la prevención de las adicciones, teniendo a jóvenes formados en su conocimiento personal y los riesgos que se pueden presentar a lo largo de su vida.

 

La Inteligencia emocional, este valor ayuda a canalizar las emociones negativas, reconocerlas y sobre todo no interiorizarlas hasta tal punto que sean una excusa para esa iniciación al consumo.

Un/a cuanto más se conozca menos propenso será a enfadarse consigo mismo y a tomar decisiones que pueden afectarle en su vida como deportista y como persona.

La inteligencia emocional también es el saber reconocer las emociones positivas y saber transformarlas en actos que cambien el entorno y que ayuden a un cambio y aprendizaje continuo de el/la deportista.

 

Otro de los valores que se trabajan es el respeto al compañero/a, a través de ahí se pueden crear e integrar lazos interpersonales de los que surjan posibles amistades y emociones positivas entre los/las deportistas. Esto es importante ya que al ser seres sociales, las amistades son un apoyo cuando hablamos de salir de las adicciones, porque es el entorno sano más cercano el que va a comprender y va a ayudarnos a superar situaciones difíciles y el que en muchos momentos va a creer en nosotros/as y a darnos fuerzas para superar adversidades.

Conseguir lazos sanos entre los/las jóvenes es una variable importante, por el peso que tienen las amistades en las edades de la adolescencia.

El deporte enseña a las personas que no siempre se gana y que muchas veces se pierde, que la vida no es estar siempre en la cima y sobre todo a entender y aceptar esto.

Por lo tanto existe menos frustración porque se trabaja a partir de la actividad física y de caerte y levantarte.

Muchas veces la frustración lleva a jóvenes a refugiarse en las sustancias porque no entienden el mundo que les rodea, porque no entienden por qué pierden o por qué no ganan.

Si trabajamos la aceptación de las derrotas como algo cotidiano y un aprendizaje constante conseguiremos jóvenes capaces de desaprender para crecer.

Y por último el deporte te marca unos lugares y ambientes sanos por donde ir, que se alejan totalmente de un entorno negativo o propenso para la iniciación al consumo de sustancias.

 

Hay muchas fundaciones deportivas que trabajan en la prevención de las adicciones y utilizan los valores que emana el deporte y el deporte en sí mismo, para que los /as jóvenes conozcan este ambiente como una forma de vida, aplicable a cualquier ámbito de su entorno.

Desde aquí seguir apoyando iniciativas como estas y sobre todo motivar a que surjan más así como una manera de

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