¿Qué ídolos quieres para tu hijo/a?

No es ninguna sorpresa que muchos de los niños y niñas, así como jóvenes quieren ser como muchos ídolos deportistas que conocen, imitar sus gestos, sus símbolos y sus celebraciones. Los deportistas profesionales o más mediáticos son una ventana de imitación muy potente tanto para lo bueno y para lo malo.

Ahora con las redes sociales estos jóvenes están mucho más conectados con sus ídolos favoritos y están más atentos a lo que publican, el qué publican y como lo publican, para ser partícipes de su vida extra-profesional.

Esto puede ser una navaja de doble filo para la educación de futuros niños y niñas, para los valores con los que afrontan el deporte día a día, su comportamiento deportivo en su equipo o su trato con el resto de compañeros.

Son muchas las actitudes negativas que muestran los diarios deportivos de algunos deportistas, como por ejemplo: Dar un balonazo en la cara a un compañero por darte un golpe sin querer, publicar bromas en redes sociales de la utilización de pirotecnia para gastar una “broma” a alguien, hacer una peineta a un rival cuando vas perdiendo, perder las formas cuando vas perdiendo, insultar a los rivales cuando la situación no es afortunada, empujar a un árbitro por una expulsión, esconder el balón a la hora de dárselo al rival, hacer celebraciones exageradas solo para fastidiar al rival, etc.

Todas estas actitudes que muestras los deportistas sin ser o siendo conscientes determinan una falta de valores que pueden transmitir por el simple hecho de ser famosos.

¿Qué hacer como adultos para reconducir estas situaciones que ven los niños?

Una vez presenciemos este acto de manera inmediata y para aprovechar el tiempo estímulo-interiorización, con los niños delante debemos conversar con ellos y explicarles que esos actos no representan los valores del deporte, preguntarles si a ellos les parece bien lo ocurrido, preguntarles de que manera hubieran actuado ellos frente a esas situaciones y por qué, escuchar sus propuestas y sobre todo dejarles ver que si ellos quieren llegar a ese nivel de profesionalidad lo deben hacer desde la humildad, el respeto y la consciencia, porque como ellos habrán miles de niños y niñas mirándoles. Porque un buen deportista se define por sus actos tanto en los terrenos de juego como en su vida extra-deportista y eso es lo que realmente quedará para siempre y es lo único que merece la pena transmitir.

 

¿Qué consecuencias psicológicas tienen estas actitudes negativas de los deportistas para los niños?

La principal y más sonada es la imitación, los ídolos causan en los deportistas más jóvenes un sentimiento de idolatría especial, hasta llegar al punto de imitar como dijimos anteriormente sus celebraciones, lo cual no es negativo pero hay que intentar que los nuevos deportistas se forjen bajo su propia personalidad y eso significa que tienen que construirse personalmente con valores y aprendizaje continuo.

La imitación como consecuencia negativa deriva en interiorizar que esa es la manera de llegar al éxito rotundo y ser un buen o una buena deportista, lo que puede verse afectado en sus entrenamientos en la forma de afrontar las derrotas y las victorias al no saber gestionar sus emociones tanto a la hora de ganar y a la hora de perder, la imitación de esos comportamientos pueden decirles a los jóvenes que esa es la manera de afrontar una situación, celebrándolo de tal manera que provoques al rival o enfadándote si no tienes el resultado esperado.

Puede afectar a la hora de tratar a los entrenadores, y no saber gestionar la frustración al haber sido cambiados en un partido por otro compañero, como vemos a muchos deportistas dándole golpes al banquillo o faltándole el respeto a su entrenador al no darle la mano al ser cambiados.

El trato con los compañeros, al surgir ese ego de superioridad que a veces vemos en los deportistas de élite, la idea errónea de que hay mejores y peores dentro de un equipo con un mismo objetivo, puede que estas actitudes hagan que los jóvenes se pierdan la posibilidad de conocer y enseñar a compañeros/as.

Y por último el trato al árbitro la manera de dirigirse a el por parte de algunos deportistas de élite deja mucho que desear y no es un buen ejemplo para los chicos, hay que enseñar que esos comportamientos solo pueden afectarles a su manera de disfrutar y ver el juego.

 

¿Y si dan un buen ejemplo?

Pero también hay ídolos deportistas que dan muy buenos ejemplos, como la corredora que ayudó a una compañera que estaba muy débil al acabar una carrera y cruzaron la meta juntas, Djokovic cuando le cambió su raqueta a un niño por el paraguas que aguantaba, los gestos de muchos deportistas al dejar hacer los saques neutrales en un partido, los jugadores de fútbol que han sabido que la acción no es penalti y se lo comunican al árbitro, hemos visto a rivales atándose las zapatillas unos a otros, a rivales dándose abrazos al finalizar un partido y cambiándose las camisetas…

Hemos visto muchos actos positivos que recalcar constantemente, actos que imitar por parte de los jóvenes deportistas, actos que enseñar para forjar los valores que harán de estos niños y niñas un futuro ejemplo a seguir.

 

Elige bien a tus ídolos y serás un gran ídolo en el futuro, disfruta del deporte desde los valores y el respeto.

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