En este artículo vamos a ver una serie de estrategias que ayudan a un mejor funcionamiento atencional de los deportistas, ya que la capacidad atencional influye directamente en la calidad de la asimilación de la información por parte de los deportistas y de ahí su gran importancia:
- Organizar ejercicios cortos, debido a la capacidad limitada de la atención sobre todo en los niños.
- Que los jóvenes participen activamente en los ejercicios, es decir, si tienen mucho tiempo de espera y se aburren acabaran distrayéndose y disminuyendo su atención. Por ejemplo, si son doce niños, en lugar de hacer dos filas de seis para un ejercicio es preferible que sean cuatro filas de tres niños haciendo dos ejercicios diferentes y luego se rota.
- No dar información muy compleja para que no tengan que atender a varios estímulos a la vez. Por ejemplo, al realizar un ejercicio en un entrenamiento es preferible que se entrene técnica de golpeo de balón, antes que técnica de golpeo de balón con toma de decisiones y otras acciones técnicas al mismo tiempo.
- Estar atentos al estado emocional de los chicos, puesto que, si su nivel de activación es muy alto o hay niveles elevados de estrés su capacidad atencional se ve limitada. Es por ello que en los partidos de competición se recomienda dar pocas instrucciones que sean claras y concisas.
- Prestar atención al cansancio, puesto que a mayor cansancio peor capacidad atencional y de toma de decisiones se tiene y cómo consecuencia se asimila peor la información. Por ejemplo, sería recomendable que los entrenamientos tuvieran una duración acorde a la capacidad física de los niños.
- Aprovechar momentos cruciales de la temporada dónde es más probable obtener la atención de los chicos. Por ejemplo, después de un partido importante, los primeros momentos del entrenamiento o incluso al comenzar la temporada.
- Detectar momentos en los cuáles hay interferencia atencional en los jugadores. Por ejemplo, no sería recomendable dar instrucciones tras una decisión arbitral no favorable o en momentos de frustración concretos del propio deporte.
- Señalarles a los deportistas a qué tienen que atender. Por ejemplo, en un partido decirles que estén atentos a una marca en concreto o a los desmarques de uno de sus compañeros.
- Establecer objetivos, evaluarlos y reforzarlos para que en el futuro se le preste una mayor capacidad atencional por parte de los deportistas. Por ejemplo, si un objetivo de realización de un deportista es girar la cabeza hacia atrás antes de recibir un balón de espaldas, se evalúa a lo largo de la temporada y se refuerza cuándo la acción se produzca correctamente es más probable que esté más atento a esta situación del juego cuándo se de en un partido o entrenamiento.